lunes, 26 de noviembre de 2012

LA ENTREVISTA: HUGO ARANEA: “LA MAYORÍA DE LA GENTE ESTÁ DISPUESTA A PASAR POR ENCIMA DE TODA ESTA PORQUERÍA Y CONSTRUIR ALGO MEJOR”. Mayo 2006

Hugo Aranea es uno de los referentes más importantes que tiene el Consejo Asesor Indígena -CAI- de Viedma. Hace tiempo que el CAI viene llevando a cabo una fuerte lucha por la recuperación de los territorios mapuches y por la recuperación de la identidad y cultura indígena.
Hugo es un viejo conocido de las luchas sociales en Viedma. Por eso aprovechamos para hablar con él sobre diversos temas: la actualidad de la lucha indígena en la región, la legislación sobre las tierras, el “movimiento social local”, las elecciones, y de su pasada militancia en el Partido Comunista.
-Bueno Hugo queríamos conversar con vos un par de temas y queremos empezar por la “cuestión indígena” local. Nosotros decimos que en los últimos años se han producido grandes avances en la lucha de los pueblos originarios como lo refleja la conmemoración del 11 de octubre y no del 12: ¿Cómo lo ves vos?.
-Si ha habido eso. Cada cosa que sucede en los pueblos y en el campo popular no son productos de cuestiones del momento sino que son cosas que se vienen cimentando hace mucho tiempo atrás, como producto de las luchas y reclamos de muchísimo tiempo atrás que a veces pareciera que están en el silencio y en el olvido pero que más tarde o más temprano aparecen. Esto es lo que pasa con la “cuestión indígena” en América, en el país y en la zona y la localidad. Estas un mayor auge. Un resurgimiento de la identidad del pueblo mapuche y esto está expresado en algunas cuestiones como las que decis vos, la instalación prácticamente indiscutida del 11 de octubre es producto de tantos años de estar trabajando  y yendo a distintos lugares de la educación, principalmente de las escuelas, nosotros durante muchísimo tiempo hemos venido conversando con los profesores, los alumnos y hoy esto se refleja.
 -¿Puede ser que haya habido un resurgir también de las Comunidades?.

-Desde la llegada del conquistador hasta acá hay reclamos territoriales de las Comunidades. Nunca se dejó de reclamar. Siempre los reclamos fueron olvidados, pero hubo un momento clave, que se dio en la Línea Sur de la provincia de Río Negro, donde están la mayoría de nuestros paisanos. En el año 1984 se produce un desastre climático y grandes nevadas que afectaron a las Comunidades. Pero los medios hablaban de un gran año para la gente que iba a esquiar, porque había mucha nieve en el Cerro Catedral. Un gran año para las  cadenas de turismo y un desastre para comunidades, quedarse sin animales, sin casas, inclusive sufriendo graves enfermedades y muertes. Fue un momento muy duro. Pero también fue un momento para reflexionar, para juntarse y reclamar por los derechos. Y a partir de ahí se comienza a gestar lo que fue la Ley Provincial 2287.

Hubo mucho movimiento. Inclusive la lucha fue acompañada por muchas instituciones, como la Pastoral, sectores políticos, y sectores indígenas con organizaciones incipientes y que hacían ver que el reclamo indígena no tenía marco jurídico. Porque en aquel momento teníamos la Constitución Nacional que hablaba de que el único derecho de los pueblos indígenas era el de tener un trato pacífico y convertirse al catolicismo.
 -Igual ahora hay un marco y las cosas no han cambiado mucho...
-Está bien, pero en aquel momento cuando se iba a hablar con las autoridades nos decían ¿pero sobre que ley trabajamos?,  sobre la ley de tierras, sobre que derechos, y en realidad nosotros sosteníamos que los pueblos indígenas tenían derechos anteriores a la formación del Estado argentino. Que fue lo que se hizo después en el 94 y el reconocimiento de la preexistencia.
En este estado de movilización surge una de las organizaciones madres en la provincia que es el CAI, y a partir de ahí se fue visualizando la necesidad de organizarse.

Es cierto que la Ley existe desde 1989 y sin embargo hacerla cumplir está costando  un montón, porque la desconocen, inclusive hubo una larga lucha para poner en marcha lo que es el órgano de aplicación, que es el Consejo de Desarrollo –CODECI- porque siempre se negaron a ponerlo en marcha, no había plata para eso y sigue sin haber plata para eso. Hoy está el CODECI, y nosotros estamos en desacuerdo con su funcionamiento, por ejemplo el presupuesto que tenía que venir no está y el gobierno siempre trata de esquivar todo lo que se trate de cumplir con los derechos de los pueblos.

Y se ha venido recuperando la vida en las Comunidades, las cuestiones culturales, espirituales, las rogativas, los espacios sagrados. Y esto significa ir recuperando la identidad.

Nosotros vemos que este sistema tiene dioses con “pies de barro” que al poco de caminar se van se van cayendo. Por cuestiones naturales los jóvenes van buscando valores más firmes, y estos valores están en la esencia de las Comunidades indígenas.

 -Ahora entrando al tema de las reivindicaciones indígenas, muchos paisanos se han visto obligados a migrar a las ciudades y Viedma ha sido una ciudad receptiva. En estas condiciones cual es la idea ¿qué los paisanos vuelvan a las Comunidades y al campo?.
-Andando por las zonas más cercanas a los campos lo que vemos, en los pueblos de la Línea Sur, en Maquinchao o los Menucos, es que la gente todavía estaría dispuesta a volver al campo. Pero en las grandes ciudades está más complicado el tema. A pesar de la miseria, la falta de trabajo  y las condiciones precarias de vida, no hay una visión de la vuelta al campo. Todavía hace falta un trabajo mucho más largo, de entender que el campo es el único seguro de vida.
Es difícil además porque desde el gobierno hay una política de entrega, no hay una visión de recuperar el campo para la gente y esa es la política que nosotros venimos denunciando, de concentrar el campo en manos de los grandes sectores ricos que hoy manejan el mundo.
La provincia de Río Negro tiene a grandes rasgos algo de cinco millones de hectáreas que ellos llaman fiscales que nosotros decimos que es territorio mapuche y donde el 90% de la gente que vive ahí son paisanos nuestros. Y lejos de promover proyectos de desarrollo que tengan que ver con las necesidades de la gente, con las cuestiones culturales de vida y producción, lo que se hace es generar legislación para poner las tierras en ventas y para que  las grandes inmobiliarias hagan grandes negocios.
Se entregan tierras a grandes capitales extranjeros, como el caso de Turner; Lewis, Benetton, Stallone, los grandes capitales franceses...
 -Y locales también no...
-Si fijáte Tinelli, Ginóbili que tienen mucha plata y que quieren hacer más plata.
 
-Entrando a una cuestión más general del “movimiento social local”: ¿Cómo lo ves?.
-Veo que hay un movimiento interesante. Creo que estamos en la búsqueda de ver cómo hacemos para conformar algo que nos contenga a todos los que queremos transformar esta cosa. Y que no pasa por la cuestión electoral o los partidos políticos, hay una cantidad de organizaciones que están llevando adelante la lucha y que nos hemos ido encontrando en el andar, creando espacios naturales de debate, de coincidencias en distintos reclamos. Y esto es interesante, porque se va planteando la formación de un espacio social y político bastante firme que no tiene visiones de poco alcance, que va visualizando más allá del momento.

 -También divide mucho la coyuntura y el gobierno de Kirchner...
-Cuando aparece la cuestión electoral y partidaria hace que a veces avancemos dos pasos y retrocedamos tres.
 -Ustedes como organización ¿Con que otras organizaciones establecen lazos?
-Nosotros tenemos relación en general con todos los sectores que están luchando, los sectores por la educación, por la salud, los sectores universitarios, los sectores jóvenes, los barrios, nosotros hemos estado siempre con los sectores que han estado tomando tierras. Esto deja una cantidad vínculos que hace que pensemos que podemos ir construyendo algo. De todas maneras no es un camino fácil, porque hay muchas cosas que se cruzan, intereses políticos, sobre todo acá en Viedma, que es muy atípica, pareciera que la corrupción es moneda corriente. No ser corrupto, no vivir de las prebendas de los sectores políticos es bastante complicado. Hay que navegar en aguas turbulentas.

Pero yo creo que la mayoría de la gente esta dispuesta a pasar por encima de toda esta porquería y construir algo mejor.
 -Entrando a un entramado más continental, ¿Cómo ves la relación o articulación entre los “movimientos sociales” y los partidos políticos y el Estado?. Porque si hay algo contradictorio con las concepciones de comunidad y horizontalidad del movimiento indígena es la idea del partido político.
-Vos fijáte que el movimiento indígena más fuerte y que mas avanzó es el zapatismo. Y que planteó no formar un partido político. Eso le permitió avanzar y crecer muchísimo. Porque el sistema plantea las elecciones como una herramienta para no cambiar nada, una manera de reasegurarse, generar un estado en donde parece que va a cambiar algo y en realidad no cambia nada.
 -El sistema se legitima no...

-Claro, se termina legitimando. Pero nosotros creemos que todavía estamos en una etapa de acumulación, de construcción de una herramienta que nos permita enfrentar al sistema.

 -¿Una etapa medio defensiva?
-Si yo creo que si, de poder armarnos para librar la lucha, porque el eje fundamental acá no ha cambiado, estamos lejos de armar un esquema contra el Imperialismo.

-Por ahí vemos la llegada de gobiernos progresistas en América Latina pero vemos que las cuestiones de fondo no cambian, que crean una ilusión de que algo se podía cambiar y al final no pasa nada: ¿vos como lo ves?.
-No es nuevo lo de la corriente antiimperialista, el antiimperialismo ha estado siempre, desde el pueblo. Hoy hay una cuestión de avances, que a veces se expresan en la cuestión electoral y a veces en fuertes organizaciones que vienen avanzando. El caso del Movimiento Sin Tierra del Brasil –MST- que es un movimiento fuerte, social y que tiene claro el tema del reparto de la tierra, a pesar de las dictaduras militares, y que inclusive a veces pone en jaque al gobierno de Lula...
 -El MST siempre ha tomado distancia del gobierno de Lula...

-Un gobierno que aparece como de izquierda pero en realidad las medidas que ha tomado son bastante dudosas. Pero siempre ha habido expresiones de este tipo, de gobiernos progresistas o socialistas, que después terminan ligados al imperialismo.

 -Como el caso de la Concertación en Chile...
-Si el caso de Chile, donde terminan cediendo a las fuertes presiones del imperialismo. Son partes de las experiencias que vamos haciendo. Fijáte lo de Tabaré Vasquez que por el tema de las papeleras pareciera más dispuesto en darle prioridad a los intereses de los grandes sectores papeleros que a los reclamos de muchísima gente.

 -Vos hablabas de Imperialismo. Parece un concepto viejo el clásico concepto de Imperialismo. Porque hoy hablar del Imperio es hablar no sólo de EEUU, sino de las multinacionales, de la industria de las armas, de los medios de comunicación...

-Y esa es la política de la globalización. Han globalizado la explotación y los capitales, que son planetarios.
 -Y para luchar con ese poder ¿habrá que formar un poder también global?

-Si nosotros siempre decimos que frente a la globalización de la explotación nosotros deberíamos globalizar la lucha, es una de las tareas y lo estamos haciendo. Acá hay que luchar contra este poder económico, contra este sistema.
Que ganemos una elección, que metamos un diputado por ahí ayuda pero en realidad lo que hay que cambiar es este sistema. Porque acá no hay mucha vuelta: o se marcha a la revolución socialista o como quiera llamarse, donde se socialice la riqueza o se está con el sistema.
 -Hugo, sabemos que vos tenés una larga militancia política, militaste mucho tiempo en el Partido Comunista –PC-: ¿Por qué te fuiste del partido? ¿Qué fue lo que pasó?.
-Yo entro al Partido Comunista por muchas razones. Primero por mi viejo que era luchador de siempre, minero, peón de estancia, trabajó en los ferrocarriles y terminó siendo obrero de la textil de acá, que libró muchas luchas con la burocracia sindical y con las políticas del gobierno. Y uno se formó en esa cosa y esta cuestión de pelear siempre por el lugar del cual uno viene y por asumirse como “clase obrera”. Y se da la búsqueda de una herramienta para luchar por esto. Yo pase por la Juventud Peronista un tiempo y después me pareció que no era... y en esa búsqueda me encontré con algunas cosas del Che Guevara y eso me llevó a comprender que lo que yo quería era hacer la revolución y como el Che planteaba que se hacia desde el Partido Comunista yo ingrese al PC a hacer la revolución.

 -¿Cuándo se da el quiebre y te vas del PC?.
El quiebre se da después de la dictadura militar, donde el PC salió muy cuestionado, muy quebrado, porque fue un momento clave de la vida política nuestra. Se salió muy quebrado, con muchos enfrentamientos. Después nosotros no estabamos de acuerdo con las distintas estrategias y tácticas políticas que llevó adelante el PC. Había mucha gente y sobre todo gente joven que quería y se planteaba una organización revolucionaria. Queríamos pelear contra el sistema.

Pero veíamos que toda la izquierda tradicional estaba más embarcada en la cuestión electoral, en seguir los esquemas del sistema que en plantearse un enfrentamiento con el sistema.

Además los debates entre los compañeros eran desgarradores y descarnados.

-Y acá en Viedma en la década de los 80 el PC tuvo una militancia muy importante...

-Si acá tuvo un grado de militancia interesante, pero muchísimos de los compañeros hoy están en los diversos movimientos sociales, asumieron la lucha por la vida. Porque estar en el PC era seguir haciéndole el juego al sistema, participando en las elecciones, quedando a la cola de todas las propuestas del sistema y quedando siempre últimos, y desgastando un esfuerzo enorme que terminaba por legitimar a un sistema contra el que nosotros queríamos luchar.
-Parece medio redundante preguntarte que te parece la última alianza que ha hecho el PC con el Partido Socialista –PS-...
-Se sigue planteando lo mismo. Porque muchísimos referentes de la izquierda lamentablemente no son referentes de las luchas sociales, son referentes partidarios, inclusive repitiendo el mismo esquema que los partidos del sistema. Pero hay compañeros con militancia que lamentablemente por “obediencia partidaria” terminan cayendo en esto que se decide a nivel central y nacional. Pero nosotros decimos que hay que seguir dando el debate, porque estos son compañeros con los que en algún momento tenemos que estar juntos, tenemos distintas visiones de la cuestión. En lo estratégico coincidimos, pero en lo metodológico ahí disentimos.

Nosotros decimos que nuestros tiempos no tienen nada que ver con los tiempos electorales. A parte porque el día que el sistema vea que peligra el poder en las elecciones, las van a eliminar, van a dar un golpe de Estado... salvo que tengan todo controlado. Por ahora en Argentina, yo no creo que por vía electoral podamos lograr mucho.

 -Por ahí se trata de gestar “colectivos” en donde no haya vanguardias...
-Con el tiempo hemos ido aprendiendo esta cuestión. Que no hay una sola verdad. Creíamos que estaba la fuente de la sabiduría no se donde... la verdad está en el montón de gente que está en distintos lugares. La manera de ir construyendo esa verdad es ir juntándonos todos, en un marco de respeto y de igualdad. Todos tenemos una visión desde el lugar que ocupamos. Y el tema de la vanguardia a fracasado, cuantos se han autotitulado vanguardia de la “clase obrera” o de no se que e inclusive los sectores a los que pretendían representar ni cuentan se habían dado que tenían vanguardia.

De lo que se trata hoy es de hacer una cosa más horizontal.

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