domingo, 14 de marzo de 2010

COMIENZA UN AÑO AGITADO EN LA UNCo


Este año no será un año más en la Universidad Nacional del Comahue. En mayo se realizarán las elecciones directas para elegir a las autoridades unipersonales (decanos y rector) y los consejeros superiores y directivos, luego de la aprobación del nuevo estatuto que fuera rechazado por diversos sectores de la comunidad universitaria por considerarlo hecho a la medida de la gestión y los sectores del poder en la Universidad.

En la sesión del pasado jueves 4 de marzo, el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue trató y aprobó el Reglamento Electoral en vísperas a las elecciones para renovar sus autoridades.

El acto electoral para elegir Rector y vicerrector, Decano y Vicedecano, Consejeros Superiores y Consejeros Directivos se desarrollará los días lunes 3 y martes 4. El escrutinio definitivo se llevará a cabo el miércoles 6 y la proclamación de los candidatos electos se hará el jueves 7. Para el caso de que ninguna de las fórmulas de Rector y Vicerrector y Decano y Vicedecano obtenga la mayoría absoluta, se procederá a una nueva votación, la que se realizará los días miércoles 17 y jueves 18 de mayo.

La reforma de la gestión

La gestión de la universidad presenta como un “paso adelante” la aprobación del nuevo estatuto. En declaraciones públicas destacan el contenido del nuevo estatuto que “aumenta la representación estudiantil y termina con la rosca política de las elecciones indirectas”.

Igualmente, hay otras miradas de la aprobación de este nuevo estatuto. Entre estas figuran la de las agrupaciones independientes que plantean algunos aspectos nodales y críticos del nuevo estatuto que van en el sentido de socavar la representación estudiantil, sostener las posiciones dominantes del claustro docente y robustecer el poder de las autoridades unipersonales.

Los aspectos cuestionados de la reforma son:

-La elección directa de autoridades: que entra en clara contradicción con el principio de co-gobierno y permite que los cargos unipersonales se vean legitimados por esta “elección directa”

-El sostenimiento del 50 por ciento de representación docente en los consejos directivos: siguiendo las directivas de la Ley de Educación Superior (LES) que establece que el claustro docente debe tener, como mínimo, un 50% de participación en el co-gobierno.

-El escaso aumento de la representación estudiantil en los directivos: que solo se incrementó un 5% y

-La continuidad del voto de los decanos en el consejo superior: que ahora crecieron de 9 a 13 con la incorporación de 5 nuevas facultades.

Este cuadro del poder en la Universidad se completa con la falta de independencia que posee el claustro del personal no-docente, que al depender su nombramiento y remoción de las figuras unipersonales del decano y el rector, en el mejor de los casos, se encuentra condicionado a la hora de tomar decisiones en contra del grupo dominante1 .

Bajo este “consenso”, los grupos de poder de la universidad, acompañados por algunos sectores “progresistas”, aprobaron un estatuto que pretende dar cierre (normalizar) un periodo de lucha abierto por el movimiento estudiantil en búsqueda de democratizar los espacios de poder en la universidad.

La elección directa de autoridades: una trampa para concentrar más poder

Bajo el sistema del gobierno colegiado, los cargos unipersonales (decanos y rector) deberían cumplir funciones subordinadas a estos órganos que conformar el gobierno de la universidad (consejos directivos y consejo superior). Sin embargo, en los hechos, estas autoridades cumplen claras funciones políticas y están facultadas de poderes que les permiten –por ejemplo- tener VOZ y VOTO en los consejos y aumentar así el poder del sector docente, al que también pertenecen.

La elección directa se inserta como uno de los postulados básicos de la LES, que en sus artículos 52 y 53 dispone la función de los órganos de gobierno universitario y establece que los órganos colegiados tendrán básicamente funciones normativas generales, de definición de políticas y de control, en tanto que los unipersonales tendrán funciones ejecutivas.

En este contexto, la implementación de la elección directa significa dotar de mayor poder (y legitimidad) a estos cargos unipersonales.

La elección directa tiene otro aspecto oscuro: el voto estudiantil está ponderado, por lo que vale varias veces menos que el de los docentes.

La ponderación para elegir rector y decanos se realizará en relación a la representación de los claustros en los consejos directivos, donde el claustro docente concentra el 50% de la representación mientras los estudiantes (un claustro abrumadoramente mayor en número) solo llega al 25%.

Luego de la aprobación del estatuto, las agrupaciones independientes integrantes del Frente de Estudiantes por la Resistencia –FER- consideraron a la elección directa como “la gran derrota” y manifestaron que “de todas las resoluciones de la Asamblea Universitaria, la más perjudicial es la Elección Directa. Este es el ataque más concreto de la LES dentro de los órganos de gobierno, ya que plantea el debilitamiento de los órganos colegiados, fortaleciendo las figuras unipersonales”.

Hasta ahora solo la actual gestión de la universidad ha presentado lista para elección de rector y vicerrector. Se trata de la formula encabezada por la rectora interina Teresa Vega y el decano del CURZA Miguel Silva que de esta manera blanquean el acuerdo político entre sectores del radicalismo (Río Negro) y el MPN (Neuquén) en la universidad. Como aspecto positivo podemos decir, que estas elecciones “blanquean” alianzas políticas implícitas o mantenidas en las sombras.

La lista representa a una gestión que avaló el golpe institucional de Boccanera, el avance de la tercerización de la universidad y el ingreso restricto.

Retrocesos

La reforma impuesta por la gestión implica sin dudas un fuerte pasó atrás en la reivindicaciones estudiantiles. Finalmente, el aumento de la representación estudiantil fue marginal y no modifica en absoluto el cuadro de poder en los consejos directivos.

Los consejos directos y el superior, permanecen entonces como espacios donde el poder de la universidad legitima su política amparado por una abrumadora mayoría.

La reforma de la representación de los consejos directivos permite que los docentes consoliden su mayoría a través del siguiente dibujo: 8 docentes (50%), 4 estudiantes (25%), 3 no docentes (18.75%) y 1 graduado (6.25%). A esto hay que sumar al decano, también integrante del claustro docente.

Sobre esto, agrupaciones independientes de la UNCo señalaron que “el “aumento de la representación estudiantil”, si bien implica un avance (de sólo el 5%) con respecto a la situación actual, no se acerca a las propuestas sostenidas por el movimiento estudiantil que en diversas instancias impulsó la paridad (igualdad entre docentes y estudiantes) como propuesta, desde la FUC (aprobado en Congreso Extraordinario en 2006), e incluso otros sectores proponían la Mayoría Estudiantil. Con esto queda ampliamente demostrado que no se han contemplado en absoluto las propuestas de l@s estudiantes”.

Desafios


Estas elecciones si bien se enmarcan en un intento de la gestión de terminar por normalizar Comahue significan una posibilidad de avanzar en consensos nuevos.

Abrir el debate, reiniciarlo, ampliar la mirada, aparecen como desafíos en momentos en donde es evidente el avance de los sectores reaccionarios en la UNCo.

1 Proyecto de Democratización del Frente de Estudiantes por la Resistencia –FER-