El fuerte temporal de viento y lluvia que azotó la ciudad volvió a dejar al desnudo la inoperancia y el abandono de los funcionarios de gobierno sobre las poblaciones más pobres de la ciudad.
Los barrios populares y las tomas fueron las principales victimas de este temporal. Voladura de casillas, techos, inundaciones, caminos anegados, fueron las consecuencias de la desidia de la clase política local y el estado de abandono de las poblaciones dejada en la superficie por el temporal.
Ahora -dicen desde el municipio- habrá que esperar que “la naturaleza haga su trabajo” y despeje el agua. Igualmente la gente volverá a vivir en las situaciones más precarias.
Otra vez una situación externa desnuda una crisis ocultada y negada por las autoridades. Si la Gripe A demuestra la terrible crisis sanitaria que sufrimos, el temporal revela la situación de precariedad y abandono en la que viven miles de familias en la ciudad.
jueves, 23 de julio de 2009
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